miƩrcoles, 29 de junio de 2011

Cualidades del tutor a distancia

Cualidades del tutor a distancia

Lentell (1995) nos habla de que el tutor de enseƱanza a distancia ha de ejercer y mostrar condiciones de apoyo, entusiasmo, Ć”nimo, empatĆ­a, demostraciĆ³n, explicaciĆ³n, clarificaciĆ³n, ubicaciĆ³n de objetivos, evaluaciĆ³n, realimentaciĆ³n, correcciĆ³n, graduaciĆ³n. En definitiva, estas caracterĆ­sticas y las seƱaladas anteriormente para los tutores harĆ”n de Ć©stos, sin duda, unos autĆ©nticos superhombres.
Si tratĆ”semos de resumir todas estas cualidades, resulta de interĆ©s la aportaciĆ³n de Spruce y otros (1988). En todos los Ć”mbitos educativos se ha insistido en averiguar cuĆ”les podrĆ­an ser las cualidades ideales del tutor u orientador. Ha sido mucha la literatura escrita sobre la cuestiĆ³n. De todas formas, a pesar de la variedad de perspectivas y conclusiones de todos estos estudios, parece que bĆ”sicamente se reiteran cuatro cualidades principales en el tutor que fundamentan una buena acciĆ³n tutorial o dificultan, en casos de ausencia, esa labor. Estas cualidades son:
cordialidad, aceptaciĆ³n, honradez y empatĆ­a. Vamos a aproximarnos a cada una de ellas.

1- Cordialidad
La cordialidad es la capacidad de hacer que las personas que tratan con nosotros se sientan bienvenidas, respetadas y cĆ³modas.
Podemos mostrarnos cordiales ante los alumnos, en los distintos tipos de contacto, a travƩs de:
• El lenguaje corporal, gestos, expresiones, etc.
• Tono de voz (atenciĆ³n al telĆ©fono)
• Lo que se dice y escribe y cĆ³mo se dce.
Pueden dificultar la cordialidad:

• Los propios sentimientos. DifĆ­cilmente transmitirĆ© cordialidad si no estoy o me    siento bien en ese momento.
• Falta de confianza, timidez
• Excederse en el trato afable puede entorpecer la relaciĆ³n. Tratar al alumno    como nos gustarĆ­a que lo hiciesen con nosotros.
• RelaciĆ³n con alumnos molestos, airados, deprimidos o problematizados por    cuestiones ajenas al estudio que realizan.

2- Capacidad de aceptaciĆ³n.
Es fundamental que el alumno estĆ© relajado y satisfecho. Aceptar la realidad del estudiante a travĆ©s de la relaciĆ³n presencial, postal, telefĆ³nica, etc., es fundamental. En sus contactos con el tutor debe quedar convencido de que es merecedor de respeto y atenciĆ³n. Criticar airadamente las acciones del estudiante pueden llegar a romper la comunicaciĆ³n, la cordialidad y la cercanĆ­a.

3- Honradez.
SinĆ³nimo en este caso es la autenticidad. Ser honrados o autĆ©nticos no creando en el estudiante falsas expectativas sobre lo que podemos ofrecerle o sobre el curso que piensas realizar o estĆ” cursando. Cuidad los sentimientos manifestĆ”ndonos con honestidad, sin complejo de superioridad y poseedores de toda la verdad.

4- EmpatĆ­a.
El concepto de empatĆ­a debemos distinguirlo de los de simpatĆ­a e identificaciĆ³n. EmpatĆ­a significa sentir el daƱo, la tristeza, la alegrĆ­a o la satisfacciĆ³n del otro de la forma mĆ”s aproximada a como Ć©ste lo siente.
Es decir, ponernos en lugar del otro. Es quizƔs la empatƭa la cualidad mƔs importante que puede poseer un tutor. Sendo la simpatƭa muy beneficiosa como ayuda natural e inmediata, difƭcilmente resuelve problemas o ayuda a las personas a cambiar.
Todo tutor debe cultivar la capacidad:
Capacidad de escuchar y leer.
Nos encontraremos con un tutor ideal, si a las cuatro cualidades reseƱadas aƱadimos la capacidad de una escucha y lectura activa e inteligente.
Por escucha/ lectura activa podemos entender la actitud de interĆ©s por lo que se le cuenta. En su caso, se debe notar que se estĆ” escuchando o que se leen con atenciĆ³n los mensajes o trabajos por Ć©l enviados. Se debe mostrar un alto grado de comprensiĆ³n y respeto, pero que se note.
Por escucha/lectura inteligente debemos interpretar que el tutor debe escuchar/ leer lo que se dice /escribe y lo que no se dice/ escribe intencionalmente o inconscientemente. Esa inteligencia debe animar al estudiante a expresar sus sentimientos y preocupaciones sin verse sometido a coacciĆ³n. Para cultivar esta capacidad de escucha, podemos seƱalar cuatro tĆ©cnicas fĆ”ciles de utilizar, siguiendo a Spruce y otros (1988), en este caso referido sĆ³lo a la escucha:
• ReflexiĆ³n o reflejo. Se trata de reflejar el sentimiento o idea dominante de lo que acaba de decir el estudiante, resumiendo o parafraseando sus palabras, omitiendo toda evaluaciĆ³n crĆ­tica y toda opiniĆ³n. No consiste en repetir sencillamente las Ćŗltimas palabras del estudiante, sino de reformular la afirmaciĆ³n, de tal forma que se estimule al estudiante a proseguir.
• Evitar preguntas que se pueden responder con un SI o un NO y las preguntas que comienzan: ¿Por quĆ©? Estas preguntas tienden a cortar el flujo natural de los pensamientos de un estudiante. Tienden a considerar el contacto, relaciĆ³n o entrevista como un interrogatorio y ponen al estudiante a la defensiva.
• Recordar que se sigue escuchando. Tanto en la relaciĆ³n presencial como telefĆ³nica resulta interesante seguir recordando al estudiante que se le sigue escuchando (especialmente por telĆ©fono), a base de sonidos, ruidos o palabras breves (ya, si, hum,uh-uh,etc.). AsĆ­, sin interrumpir se intercalan estos sonidos para que el estudiante perciba que se le estĆ” siguiendo.
• Escuchar el silencio. No interrumpir durante los vacĆ­os de una conversaciĆ³n. A veces, el silencio es embarazoso y amenazante, por eso procuramos rellenarlo con algĆŗn comentario. Con frecuencia esto no es necesario porque al hacerlo estamos cortando la lenta reflexiĆ³n del alumno.
Referencia:
http://www.cird.org.py/formadores/Modulo9.html

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